Paco era un perro de raza indefinida, de color negro y
áspero, que se hizo famoso entre 1881 y 1882.
Entró por primera vez en el Café
Fornos cayéndole en gracia al marqués de Bogaraya quien le puso el nombre de
Paco.
Por las noches dormía en las cocheras situadas entonces en la calle
Fuencarral.
El perro se hizo querer por todos por su simpatía, colándose en
cafés, teatros y restaurantes, siendo siempre bien recibido.
Pero el día 21 de
junio de 1882 fue un día trágico para el perro y para los madrileños, pues tuvo
la ocurrencia de asistir a los toros, y no conformándose con mirar desde la
barrera, quiso participar, lanzándose al ruedo antes de que el torero matase al
toro. El diestro trató de apartarle con la espada y sin querer, le hirió
gravemente. A pesar de que Paco fue atendido por dos buenos veterinarios, murió
a consecuencia de la herida. Sus conocidos se interesaron por el estado de
Paco, llegando a darse partes sobre su evolución. Su muerte fue muy sentida
entre aquellos que le conocían y comentadísima en la prensa durante varios
días.
Se dice que hasta el mismísimo Alfonso XIII envió su sincero pésame al
marqués.
Paco fue disecado y expuesto en un pequeño museo taurino que hubo en
la calle Alcalá esquina a la de la
Fuente del Berro.
Cuando el museo, que estaba presidido por
un retrato de este famoso perro, cerró en 1889, su dueño decidió entonces enterrar
a Paco en el Retiro.
Paco fue un perro callejero que formó parte de la vida
madrileña del último cuarto del siglo XIX.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
Comentarios
Publicar un comentario