Los barrios de Arapiles y Gaztambide se levantaron en
terrenos de los antiguos cementerios.
Para la construcción de los barrios se
tuvieron en cuenta, al igual que en el barrio de Salamanca, la dirección de los
vientos reinantes y la de los rayos solares.
Según el proyecto, los edificios
debían de estar situados de manera que la superficie viaria recibiera el sol
por lo menos dos horas diarias.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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