¿Se han fijado en el buen equilibrio que mantiene el
caballo de Felipe IV?
Me refiero por supuesto al monumento situado en la plaza
de Oriente. Si no es por Galileo, el caballo seguramente estaría parado sobre
la cuatro patas, o como mucho, tendría una pata levantada.
Los diseñadores
españoles no sabían cómo lograr que el caballo mantuviera el equilibrio sobre
las patas traseras. Por ello, recurrieron a Galileo, quien propuso que la parte
delantera se hiciera hueca y la trasera maciza, consiguiendo así que el caballo
realizara semejante corbeta, tal como lo vemos hoy.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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