Aunque el actual reloj
de la Puerta
del Sol es obra del prestigioso relojero Losada, quien lo regaló en 1856,
anteriormente hubo otro cuya historia explica el motivo de por qué se coronó
con un reloj el antiguo edificio de la Dirección General
de Seguridad, hoy sede de la
Comunidad de Madrid.
Un periódico de Carabanchel Bajo titulado Panoramas relataba en 1929 la historia y que transcribo literalmente:
«¿Cuál es el origen de la famosa bola del reloj? ¿Cuántos años cuenta de existencia?
Cuando esta hermosa plaza comenzaba en el siglo XVIII a dejar de ser estercolero, iniciando su futura y rapidísima grandeza, se ordenó en 1768 la construcción de un gran edificio, para albergar los servicios de correos.
Cuando se terminó de construir el edificio nadie pensó coronarlo con el reloj de la bola. Pretenden algunos cronistas, que este reloj se colocó en1774, a petición del pueblo
madrileño, para conocer al minuto las salidas de Postas y Correos que llevaban
correspondencia.
Pero esto no es cierto, el verdadero origen de dicho reloj es el siguiente:
todos los días, los ciudadanos de Madrid debían dar prueba de fe rezando a las doce del medio día un Avemaría, para lo cual, el ciudadano debía detenerse en la marcha, descubrirse y rezar, pero esta demostración se fue debilitando, muchos de ellos se disculpaban de no haber oído las campanadas.
Por ello, se instaló en lo alto del edificio de Correos y Postas dicho reloj, para que nadie pudiera alegar ignorancia.
La inauguración del reloj fue un verdadero acontecimiento y aquel día, al sonar las doce, aseguran algunos cronistas de aquellos tiempos, aún cuando todos se descubrieron y guardaron un religioso silencio, ninguno rezó el Ave María, porque todos quedaron "con un palmo de boca abierta al ver descender la hermosa esfera, con acompañamiento de campanas..."».
Tan sólo es una leyenda que ni siquiera coincide en el tiempo, ya que la bola actual se colocó en el siglo XIX.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Un periódico de Carabanchel Bajo titulado Panoramas relataba en 1929 la historia y que transcribo literalmente:
«¿Cuál es el origen de la famosa bola del reloj? ¿Cuántos años cuenta de existencia?
Cuando esta hermosa plaza comenzaba en el siglo XVIII a dejar de ser estercolero, iniciando su futura y rapidísima grandeza, se ordenó en 1768 la construcción de un gran edificio, para albergar los servicios de correos.
Cuando se terminó de construir el edificio nadie pensó coronarlo con el reloj de la bola. Pretenden algunos cronistas, que este reloj se colocó en
Pero esto no es cierto, el verdadero origen de dicho reloj es el siguiente:
todos los días, los ciudadanos de Madrid debían dar prueba de fe rezando a las doce del medio día un Avemaría, para lo cual, el ciudadano debía detenerse en la marcha, descubrirse y rezar, pero esta demostración se fue debilitando, muchos de ellos se disculpaban de no haber oído las campanadas.
Por ello, se instaló en lo alto del edificio de Correos y Postas dicho reloj, para que nadie pudiera alegar ignorancia.
La inauguración del reloj fue un verdadero acontecimiento y aquel día, al sonar las doce, aseguran algunos cronistas de aquellos tiempos, aún cuando todos se descubrieron y guardaron un religioso silencio, ninguno rezó el Ave María, porque todos quedaron "con un palmo de boca abierta al ver descender la hermosa esfera, con acompañamiento de campanas..."».
Tan sólo es una leyenda que ni siquiera coincide en el tiempo, ya que la bola actual se colocó en el siglo XIX.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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