La plaza de toros de las Ventas, el puente de Ventas, el
metro de Ventas,... todos estos nombres proceden de la antigua Venta del
Espíritu Santo, que, sin ser la única de esta zona, era la más conocida y se
hallaba cercana al arroyo del Abroñigal (cubierto por la M-30 ).
A su vez, la venta
tomaba el nombre de una cercana ermita dedicada al Espíritu Santo. Esta zona
tardó bastante en urbanizarse. La cercanía del arroyo y los olores que éste
despedía, frenaban la construcción de viviendas.
Por este motivo, la calle
Alcalá, entre la plaza de Manuel Becerra
y la M-30 ,
antiguo camino de Aragón, estaba llena de paradores, ventas y posadas. Todos
estos establecimientos servían de diversión a soldados, estudiantes y chulapos,
que eran quienes frecuentaban el lugar.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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