Después de que El Mundo denunciara el domingo pasado que la
llama votiva situada frente al Monumento a las víctimas caídas por España
llevara varios días apagada, el problema se solucionó “ipso facto” pues la
celebración de la Pascua Militar se echaba encima. Y, el mismo lunes 5, al día
siguiente de la denuncia del diario, la llama perpetua volvió a prender en
memoria de todos los caídos.
¡Las cosas bien hechas, bien parecen!
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