Asusta leerlas, la verdad: la Caja Mágica, la única
infraestructura acabada, se presupuestó en 149 millones de euros y costó,
finalmente, 294 millones. Hoy está valorada en 19 millones. En el Centro
Acuático se invirtieron 54,5 y hoy solo vale 19 millones. Más cifras: el Centro
de Convenciones de la Castellana, ha costado82,8 millones y el Ayuntamiento
valora la parcela en 25,7 millones frente a los 79 en que llegó a costar en su
día. Y suma y sigue.
Asusta leer la noticia que Bruno García Gallo destripa en El
País. ¿Y cómo paga el Ayuntamiento semejantes deudas? Pues lo sabemos todos los
madrileños demasiado bien, recortando gastos por todos lados. Con razón, Ana
Botella, después de meterle tijeras a todo lo habido y por haber, dijo que no
se presentaba a la reelección. El que venga detrás, que siga metiendo podando porque ella ya ha hecho todo lo posible por
adelgazar la deuda faraónica que dejó el anterior alcalde, Alberto
Ruiz-Gallardón.
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