El cierre de comercios afectados por el fin de la moratoria
de alquiler de renta antigua comenzó el 1 de enero. Se estima que en Madrid hay
unos 9.000 locales afectados. Unos ya han echado el cierre, otros, esperan con
preocupación buscando cualquier resquicio legal al que acogerse que les permita
seguir adelante un tiempo más. Algunos, están negociando con los dueños la
prolongación de los contratos, es el caso de la Bisutería Otero y Mármoles
Molinero. Unión Bolsera Madrileña y Bazar Matey, sin embargo, han optado por el
traslado a otros locales, «con el cierre de sus viejas sedes se perderá parte
de la historia madrileña, reflejada en los tradicionales letreros o las
antiguas vitrinas de sus escaparates». El Café Galdós, no ha tenido suerte, no
ha podido negociar y tendrá que cerrar, el dueño quiere vender el edificio
completo.
Los malos de la película son los dueños de los locales que
cobraban unos alquileres irrisorios. Es lógico que, después de tantos años
esperando puedan, por fin, actualizarlos. El problema está en que muchos de
ellos piden unos precios desorbitados solo asumibles por franquicias. Madrid
pierde así parte de su historia, parte de esas clásicas fachadas de madera,
rótulos de cristal al ácido, muchos de ellos de estilo art noveau.
La verdad es que ante este problema se dieron 20 años de prórroga que no todos han querido aprovechar. Cada caso es particular, hay casos en los que el arrendatario ha seguido aferrado a la exigua renta que ha estado pagando sin negociar actualizaciones con el arrendador, y arrendadores que ahora exigen cantidades desorbitadas con el único fin de echar a los negocios actuales porque tienen alguna jugosa oferta de las cadenas de ropa o comida rápida que todos conocemos.
ResponderEliminarLa solución no es fácil porque hay que equilibrar intereses contrapuestos pero es deseable que, por una vez, el ayuntamiento haga algo PRÁCTICO mas allá de esos ridículos diplomitas o placas de "establecimiento tradicional o centenario" que no sirven a la hora de la verdad PARA NADA.
Hola Osoyoga,
ResponderEliminarCiertamente que ha habido 20 años para ir poniéndose al día pero aquí, como en todo, dejamos las cosas para última hora y pasa lo que pasa.
En cuanto a las placas, quedarán para el recuerdo de algo que hubo en Madrid y que dejamos que desaparecieran.
Entre la crisis y el fin de la renta antigua, cuando salgamos de la crisis, que lo haremos, Madrid será irreconocible.
Saludos madrileños.