Han pasado las fiestas y se retoma la búsqueda de los restos
de Cervantes. Asier Izagirre, experto alpinista descenderá a la cripta del
convento de las Trinitarias. Su misión será introducir el cable de una
microcámara que escudriñará el interior de los sepulcros a través de un pequeño
agujero de 1 cm de diámetro. Mañana sábado comenzará la limpieza y preparación
de la bóveda de unos 70 metros cuadrados que se halla a 4,80 metros de
profundidad.
La descripción de la expedición “espeleológica” no tiene
desperdicio, se recomienda su lectura. Solo decir que el tragaluz que tiene la
cripta a la calle de Huertas «será cegado para evitar intrusiones». ¡Cuánto
misterio encierra esa bóveda! Y si pincháis en la recreación virtual, veréis la
cripta a buen tamaño.
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