En el barrio de San Cristóbal de los Ángeles hay un puente
abandonado y los integrantes del colectivo Basurama -cinco arquitectos y una
ambientóloga- en colaboración con vecinos de Autobarrios se propusieron
recuperar. Y se pusieron manos a la obra hace dos años para convertirlo en el
bautizado Puente de Colores. Este fin de semana han inaugurado su flamante y
colorido puente bajo el cual han instalado un parque infantil.
Este parque tan especial cuenta con columpios, mesas,
bancos... construidos con materiales de residuos cedidos por Acciona
procedentes de las obras de construcción de la Ciudad del BBVA de Las Tablas.
Como señala 20minutos Madrid, es un ejemplo de «arquitectura sostenible, diseño
colectivo y gestión compartida».
El nuevo proyecto de Basurama es construir un rocódromo.
Seguro que lo consiguen. Hacen falta más iniciativas de este tipo para hacer
más humana una ciudad que se está volviendo agresiva con la implantación de
plazas realizadas con materiales fríos y sin arbolado ni bancos.
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