El
presidente de la Comunidad de Madrid, nuestro querido y nunca bien ponderado Ignacio
González, rebajará la protección de nuestras cañadas y con la modificación del
artículo 38 de la Ley de Vías Pecuarias se permitirá «por razones de
interés público, y excepcionalmente y de forma motivada, por razones de interés
particular, se podrán autorizar ocupaciones de carácter temporal». Asegura que
lo hace para facilitar la instalación de servicios.
Y ya se sabe que las cosas temporales se convierten en
permanentes, véase la Cañada Real donde los chalés y casas ilegales han
sustituido a las ovejas que cada año pasaban en su viaje al norte y regreso al
sur. En fin, sin comentarios.
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