«Madrid no puede esperar más», Ana Botella dixit.
Cierto, los madrileños,
invadidos de basura por todas partes, no podemos esperar más, pero es que la
medida llega tarde y mal. Desde que puso en subasta en agosto la adjudicación
de la limpieza viaria, ya se sabía que iba a ver despidos y esta medida es la
que ha provocado la huelga de los trabajadores de la limpieza.
Ayer, en la rueda de prensa la alcaldesa fue preguntada si tenía
conocimiento de que se producirían despidos, a lo que ella respondió «rotundamente no, no conocíamos ningún plan de ninguna
empresa».
Señora alcaldesa y señor delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento
de Madrid, Ana Botella y Diego Sanjuanbenito Bonal, respectivamente, si sabían
de antemano como señala El País, que habría despidos (adjuntan documento), a eso
se le llama “premeditación y alevosía” y no sabemos si además fue también con “nocturnidad”.
Cualquier cosa es posible.
Y ahora que los madrileños no podemos esperar más, como bien dice
nuestra querida y nunca bien ponderada alcaldesa, habrá que tomar medidas
drásticas para limpiar Madrid de tanta basura, que más que una ciudad, parece
un vertedero. Y por eso, Ana Botella dijo que la empresa Tragsa se encargaría
de limpiar las calles a partir de hoy. «Houston, tenemos un problema»:
dicha empresa se
niega, los trabajadores no quiere ser utilizados como «revientahuelgas». Y con
toda la razón, claro.
A grandes males, grandes remedios: ¿Qué les parece soltar aves
carroñeras para limpiar las calles? Les aseguro que dejarían las calles
impolutas y, además, sale gratis, no cobran por la limpieza. Vamos, un chollo.
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