La moda
de los huertos urbanos sube como la espuma, quizás influida por la crisis pues,
es una forma de proveerse sin pasar por la caja de un súper. Nuestra querida y
nunca bien ponderada alcaldesa de Madrid ve con buenos ojos que aquellos
solares y descampados sin uso, se utilicen por los vecinos dispuestos a las
labores de sembrado y recolección de frutos y vegetales. Y, de paso que se
trabaja la tierra, con el sudor de la frente, como dice la Biblia en el Génesis,
se confraterniza con los vecinos y se establecen buenas relaciones de vecindad.
La calle de José Ortega y Gasset recibió este nombre en 1955, cuando se eliminó su primera denominación, calle de Lista, el cual se asignó en 1871 y estaba dedicada al sacerdote, escritor y matemático sevillano del siglo XVII, Alberto Rodríguez Lista y Aragón. A pesar de los años transcurridos desde que recibió su nueva denominación, popularmente, los madrileños la siguen llamando Lista, quizá también por la permanencia del nombre en la estación de metro. Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea. Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €. http://www.edicioneslalibreria.es/
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