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Edificios y solares vacíos de Madrid





Madrid está llena de agujeros, solares eternos sin construir y edificios vacíos y sin visos de ser ocupados. Prueba de ello es el Edificio España, en la plaza de España, que lleva vacío ya unos cuantos años, cuando lo compró una banca privada ya desaparecida para su sede. O los solares de la calles de Fuencarral y de la Cruz esquina a Victoria, o el inmenso solar en la M-30 entre Antonio López y esta que luce un cartel sucio por el paso de los años que informa que una inmobiliaria lo había comprado para construir pisos de lujo, por poner unos ejemplos.

En mi calle hay un solar que permanece pelado desde finales de los 90. Su dueño, en plena burbuja inmobiliaria pedía por aquel entonces 500 millones de pesetas y no lo compró nadie, claro. Cuando se impuso el aparcamiento regulado dentro de los límites de la M-30, los “listisllos” decidieron usarlo como aparcamiento gratis e, incluso, los fines de semana que había partido en el Vicente Calderón, se ponía otro tipo de “listillo” a la puerta y cobraba 1€ por aparcar hasta que los vecinos del barrio empezaron a protestar por la dejadez del dueño de del solar y este se vio obligado a vallarlo.

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha dejado agujeros por doquier y edificios vacíos donde sus habitantes ni están, ni se les espera. Como el de la foto que incluye El País, en la plaza de Gregorio Marañón esquina a María de Molina y donde, cuando yo era pequeña, se decía que vivía Marisol, en la casa de Manuel Goyanes, director de las películas de la niña prodigio. Y, en el edificio situado a la derecha de la torre de la foto, en el ático vivió Lola Flores, piso que le embargó Hacienda.

Pero hay más edificios vacíos como el situado en la esquina de Bailén y la plaza de España. El que se construyó como sede de la Compañía Minero-Asturiana y en el que vivió Elías Tormo, autor de “Las iglesia de Madrid” y de “Las murallas y las torres, los portales y el Alcázar del Madrid de la Reconquista”, el primero que estudió en profundidad las murallas de los dos primeros recintos. O el Palacio de la Música, que iba a ser un auditorio cuando lo compró Caja Madrid, o el antiguo Salón de Reinos, que albergó durante años el Museo del Ejército...

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