Ir al contenido principal

Derribo del intercambiador de la avenida de América





Buenas y lluviosas tardes desde mi Madrid del alma  :)

Aunque muy tarde, tenemos resumen de prensa, no me he olvidado:

No tenía ni idea de que iban a derribar el intercambiador de la avenida de América. Desde que me mudé de la Prospe, donde vivimos 18 años, ya no controlo esa zona de Madrid que tanto me gustaba y me sigue gustando, que conste.

No me queda claro el porqué del derribo. En la wiki se dice que fue inaugurado en el año 2000. Poco ha durado. Bien es cierto que la “carcasa” de acceso al intercambiador subterráneo se comía toda la vista del comienzo de la avenida de América. Era un mamotreto ahí en medio Y ahora, con su derribo se construirán varios templetes de acceso al interior y se recuperará la plaza para los viandantes. Me parece una idea magnífica pero ¿no se podía haber hecho así hace trece años? No entiendo por qué se construyó para luego derribarlo.

Aquí es lo que pasa, se construye sin planificar y luego, a derribar. Me viene a la cabeza los famosos arcos que se levantaron en la plaza de Chamberí y que posteriormente hubo que derribar porque no solo afeaban la plaza sino que además, se convirtieron en foco de menudeo de droga. O las dos fuentes de Colón cuyos chorros simulaban las velas de las carabelas y que desaparecieron junto con la espléndida cascada de agua de 70 metros de longitud que adornaba la plaza del Descubrimiento, o, la fuente que se construyó frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, con motivo de la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea y de la que solo queda el paredón de granito con la inscripción de tan grande acontecimiento y que fue inaugurado en 1986... y tantas y tantas obras que luego se eliminan y pasan a engrosar el cementerio de los monumentos, como yo llamo al Taller de Cantería del Ayuntamiento, situado en la antigua carretera de Castilla, junto a la Casa de Campo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué los madrileños llaman Lista a la calle de José Ortega y Gasset?

La calle de José Ortega y Gasset recibió este nombre en 1955, cuando se eliminó su primera denominación, calle de Lista, el cual se asignó en 1871 y estaba dedicada al sacerdote, escritor y matemático sevillano del siglo XVII, Alberto Rodríguez Lista y Aragón.  A pesar de los años transcurridos desde que recibió su nueva denominación, popularmente, los madrileños la siguen llamando Lista, quizá también por la permanencia del nombre en la estación de metro. Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea. Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €. http://www.edicioneslalibreria.es/  

Origen del nombre de Moncloa

El distrito de Moncloa debe su nombre a los condes de Monclova (con v) ‑título que ostentan actualmente los duques del Infantado-, dueños de gran parte de los terrenos donde hoy se asienta el distrito.  Los condes residían en el antiguo palacete de la Moncloa el cual pasó a distintos propietarios y fue destruido durante la Guerra Civil, por ser toda esta frente de batalla.  El actual palacio de la Moncloa, mucho menor en tamaño, se construyó imitando el estilo antiguo del primitivo.  Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte Isabel Gea. Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€. http://www.edicioneslalibreria.es/

¿Por qué el edificio del Teatro Real tiene forma de ataúd?

El Teatro Real se construyó en el solar del antiguo teatro de los Caños del Peral que fue derribado por su mal estado en 1817. Un año más tarde, comenzó la construcción del nuevo teatro que se prolongó a lo largo de más de treinta años, siendo inaugurado en 1850 por la reina Isabel II. La planta del teatro resultó muy forzada por el solar que ocupaba, lo que había obligado al arquitecto Antonio López Aguado a articular la sala y el escenario de tal manera que quedaron muchos espacios vacíos así como un difícil tránsito a través de las alas y de las cajas de escaleras. Como la entrada por la plaza era de uso exclusivo para la familia real, y el público entraba por la fachada posterior en la plaza de Isabel II, los espectadores se veían obligados a recorrer interminables pasillos y escaleras. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico señaló que «este edificio [el teatro] tiene la planta mas ingrata que para un edificio de esta clase ha podido elegirse». En cualquier calleje