Ir al contenido principal

El palacio de Molins estrena tejado






Buenos y nublados días desde mi Madrid del alma :)

Tenemos unas nubes de color gris metalizado preciosas. Según la Aemet a las 12 del mediodía, teníamos 15,4º de temperatura, un 94 % de humedad relativa del aire ¡no que viviéramos en la costa! Y hace ligero vientecillo de 2 km/h con rachas de hasta 6 km/h. Para hoy se espera más de lo mismo, riesgo de lluvias intermitentes y una temperatura máxima de 20º. En otoño estamos y así es el tiempo en esta época del año.

El Astro Rey marchará para iluminar el Lejano Oriente allá a las 19:46 minutos, o sea, dos minutos antes que ayer, y la Luna, aunque parezca llena, no lo es, está al 96,90 % de luminosidad.

Empezamos con una noticia de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio:

MCyP denuncia la ilegalidad del tejado que este verano se colocó sobre el antiguo Palacio de Molins, hoy ocupado por el Colegio Público Antonio Moreno Rosales, en el número 4 de la calle del Olmo.

El edificio está catalogado con nivel 2 estructural, lo que implica que todos los elementos que estén en mal estado han de sustituirse por piezas del mismo material o similares. En el caso del Palacio de Molins, del siglo XVIII, el pasado mes de agosto se ha eliminado la cubierta original «de teja cerámica curva sobre ripia de madera, por paneles de chapa tipo sándwich atornillados sobre perfiles que a modo de correas se instalaron sobre los pares originales de la armadura de cubierta»

La Dirección General de Infraestructuras y Servicios ha respondido que gran parte de las tejas no deterioradas se halla «acopiada en un almacén a la espera de que se vuelva a reponer en una fase posterior (...). Sin embargo, los tableros de ripia eran insalvables ya que estaban podridos en su gran mayoría».

Al igual que MCyP y el resto de los madrileños, acostumbrados a todo tipo de desmanes, mucho nos tememos que, una vez más, se aplique la “política de hechos consumados”, y las tejas “acopiadas en un almacén” pasen a formar parte del cada vez más grande “cementerio del patrimonio artístico madrileño”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué los madrileños llaman Lista a la calle de José Ortega y Gasset?

La calle de José Ortega y Gasset recibió este nombre en 1955, cuando se eliminó su primera denominación, calle de Lista, el cual se asignó en 1871 y estaba dedicada al sacerdote, escritor y matemático sevillano del siglo XVII, Alberto Rodríguez Lista y Aragón.  A pesar de los años transcurridos desde que recibió su nueva denominación, popularmente, los madrileños la siguen llamando Lista, quizá también por la permanencia del nombre en la estación de metro. Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea. Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €. http://www.edicioneslalibreria.es/  

Origen del nombre de Moncloa

El distrito de Moncloa debe su nombre a los condes de Monclova (con v) ‑título que ostentan actualmente los duques del Infantado-, dueños de gran parte de los terrenos donde hoy se asienta el distrito.  Los condes residían en el antiguo palacete de la Moncloa el cual pasó a distintos propietarios y fue destruido durante la Guerra Civil, por ser toda esta frente de batalla.  El actual palacio de la Moncloa, mucho menor en tamaño, se construyó imitando el estilo antiguo del primitivo.  Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte Isabel Gea. Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€. http://www.edicioneslalibreria.es/

¿Por qué el edificio del Teatro Real tiene forma de ataúd?

El Teatro Real se construyó en el solar del antiguo teatro de los Caños del Peral que fue derribado por su mal estado en 1817. Un año más tarde, comenzó la construcción del nuevo teatro que se prolongó a lo largo de más de treinta años, siendo inaugurado en 1850 por la reina Isabel II. La planta del teatro resultó muy forzada por el solar que ocupaba, lo que había obligado al arquitecto Antonio López Aguado a articular la sala y el escenario de tal manera que quedaron muchos espacios vacíos así como un difícil tránsito a través de las alas y de las cajas de escaleras. Como la entrada por la plaza era de uso exclusivo para la familia real, y el público entraba por la fachada posterior en la plaza de Isabel II, los espectadores se veían obligados a recorrer interminables pasillos y escaleras. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico señaló que «este edificio [el teatro] tiene la planta mas ingrata que para un edificio de esta clase ha podido elegirse». En cualquier calleje