Para
aquellos que no sepan qué edificio es, el Banco de Madrid se halla en la plaza
de Colón, en la confluencia con la calle Goya y con fachada, a la nueva plaza
de Margaret Thatcher. Aprovecho a “tirar” de libro para sacar información, “El
Paseo de la Castellana, escenario de poder”, de Francisco Azorín (capítulos de la
plaza de Cibeles y paseo de Recoletos) es Isabel Gea (plaza de Colón y paseo de
la Castellana), página 170:
«Ha
sido construido por Bernardo Ynzenga Acha Y Bernardo de Tomás. Consta de tres
plantas y tres sótanos de aparcamiento y los materiales empleados han sido
entre otros: el granito claro, el aluminio oscuro y el mármol Macael. Parte de
la estructura del edificio se apoya en pilares y otra parte está colgada de
unas grandes vigas. Su construcción ha sido de arriba abajo, como las famosas
Torres de Colón. La planta baja no tiene apoyos, logrando así una superficie
diáfana. Por último, todas las piezas de la fachada son diferentes, los
despieces del granito están pensados y dibujados a medida, al igual que los
cristales de las ventanas, todo está encajado perfectamente como las piezas de
un puzzle. (...). Parece un invernadero en medio de un jardín (...). Dato
curioso: las cuatro fachadas del Banco Sabadell son asimétricas: la que da a la
Castellana es doble; la que mira hacia el Hotel Sanvy sigue la ligera
deformación que mantiene la calle particular del Marqués de Zugema, por lo que
no es recta del todo; y la que da al Hotel Tryp Fenix es algo más pequeña que
la que mira a Goya. Se terminó de construir en abril de 1989».
Ya
tenemos otro edificio para el catálogo -cada vez más grueso- del Madrid
desaparecido. Cuando derribaron la Pagoda, a su autor, Miguel Fisac, se le
debió poner una cara de incredulidad impresionante. Pues ahora, con la
transformación de este edificio a los dos arquitectos antes mencionados, les
pasará lo mismo.
La
noticia, del ABC, incluye una recreación del edificio sustituto. Pues sin
desmerecer a quien lo haya diseñado, más parece una momia, un edificio vendado
de blanco.
«La entidad plantea la renovación de su sede, para lo que
sustituirá el actual edificio por otro inmueble con vocación de referencia
arquitectónica, más funcional, diáfano y vanguardista, que albergará un espacio
cultural privado en su planta baja, donde se podrán ver obras de arte propiedad
de la entidad».
En Madrid no hay respeto por las obras arquitectónicas. Se
derriban y/o transforman con total impunidad. Y a ver cómo se les dice a los
arquitectos que pensaban que su obra perduraría “oye mirad, hemos pensado que
nos hemos cansado del aspecto del edificio y hemos encargado que nos lo cambien
por otro, más moderno y funcional”.
El edificio pasaba totalmente desapercibido, seguro que si
no es por la foto que pongo del Streetview muchos no sabríais cuál es. A mí,
personalmente, me gusta mucho por lo del aspecto de invernadero que tiene. Y me
da pena que desaparezca.
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