El
Ayuntamiento aprobó ayer el plan urbanístico de Canalejas que liberará de
tráfico la plaza. Bajo ella quedarán enterradas las
paradas de autobuses, la carga y descarga y el aparcamiento.
La
jugada es clara: nos venden la moto de ganar espacio para los peatones en la
zona a cambio de cargarse el interior de los edificios históricos de La
Equitativa y el Banco Hispano. Y si no nos gusta, nos tenemos que aguantar.
Si
viviera Montero Vallejo diría que es un sacrilegio lo que están haciendo.
Siempre decía que vaciar un edificio y dejar el cascarón era lo mismo que tirar
el edificio entero.
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