Entre la Corredera Alta de
San Pablo y la calle de San Bernardo.
Durante el reinado de Felipe III había
aquí unas casas habitadas por gente de mal vivir.
Se cuenta que el tercer día
de Pentecostés cayó un rayo que las incendió y destruyó. Como recuerdo de aquel
suceso, que se tuvo como voluntad divina, se levantó una cruz de piedra con una
paloma en medio, conocida por la
Cruz del Espíritu Santo, por lo que la calle pasó a se
conocida con este nombre.
La misma leyenda se cuenta pero con la destrucción de
la casa de un morisco por el rayo. La cruz desapareció en 1820, cuando el
corregidor Marquina mandó quitar todas las cruces que había en las calles,
salvo la de Puerta Cerrada.
Del libro “Los
nombres de las calles de Madrid”, Isabel Gea.
5ª Edicion - Fecha de la
publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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