Y
mientras un empresario chino ha comprado el Edificio España y en el solar de
los antiguos edificios de Telefónica han comenzado las obras para otro hotel
del lujo, la plaza de España tendrá que esperar a su reforma hasta la próxima
legislatura.
Pues
casi mejor porque miedo nos dan las reformas a la vista de las últimas llevadas
a cabo en las plazas de Santo Domingo, Isabel II o Callao, por poner unos
ejemplos. Son capaces de cargarse todo el arbolado y dejar una explanada pelada
con tres bancos como mucho y aprovecharla para grandes eventos como hacen en
Callao. Y la única sombra para cobijarse en los meses de verano será el
monumento a Cervantes. ¿Y qué mejor pantalla de proyección sería el Edificio
España?
Mejor
no dar ideas.
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