Entre las calles del Ave María y Lavapiés.
Cuenta
la leyenda que una noche, el criado de un cura acomodado le asesinó y tras
cortarle la cabeza, le robó y se marchó a vivir unos años a Portugal. Al cabo
del tiempo el criado regresó a Madrid vestido de caballero y una mañana, en el
Rastro, decidió comprar una cabeza de carnero. La metió bajo la capa y se
marchó andando, pero un alguacil, al ver el rastro de sangre que iba dejando le
preguntó qué llevaba. El hombre contestó que acababa de comprar una cabeza de
carnero y al ir a mostrársela comprobó, con sorpresa, que se había convertido
en la cabeza del sacerdote que había asesinado. Por este motivo fue ahorcado en
la Plaza Mayor.
En cuanto se cumplió la sentencia, la cabeza se convirtió en la del carnero de
nuevo. Y para que no se olvidara aquel suceso Felipe III mandó colocar, en la
fachada de la casa del cura, una cabeza de piedra representando al sacerdote.
Pero los vecinos pidieron que se quitara porque les asustaba y que en su lugar
se edificara una capilla en honor a la Virgen del Carmen, colocándose en ella un cuadro
que representaba el suceso.
En la esquina con
la calle de Lavapiés, aún permanece en pie el edificio donde estuvo la llamada
Cárcel Eclesiástica de la
Corona o cárcel de la Inquisición. Data
de finales del siglo XVIII y en tiempo de Benito Pérez Galdós se usaba como
cocheras y cuadras ya que la
Inquisición fue abolida definitivamente en 1820. En él se
rodaron algunas escenas de la serie televisiva Fortunata y Jacinta.
Del libro “Los
nombres de las calles de Madrid”, Isabel Gea.
5ª Edicion - Fecha de la
publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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