Ir al contenido principal

A vueltas con el muro

Hola a tod@s,

He recibido un mail de Vicente Patón, presidente de Madrid, Patrimonio y Ciudadanía sobre el tema del muro que sigue construyendo –ilegalmente- el Arzobispado en el parque de la Cornisa a pesar de la sentencia del Tribunal Supremo que ha dado la razón a esta asociación y a la de Amigos de La Cornisa-Vistillas.

Me ha dado autorización para copiaros el texto. Cuanta gente lo sepa, mejor.

Muchas gracias amigos de Mayrit por apoyar esta causa en vuestro estupendo blog.
El muro está fuera de la legalidad y se denunció en su día. La Dirección General de Patrimonio llegó a admitir esa ilegalidad y se comprometió verbalmente en una reunión con MCyP a solicitar la demolición, pero nunca hizo nada, y el Arzobispado se empecina no sólo en mantener el muro sino en rematarlo y consolidarlo, cuando está alterando una traza histórica que ya se aprecia con precisión en la maqueta de Gil de Palacio, y bajo la cual hemos podido ver –y tenemos fotografiados- los restos de los antiguos muros de pedernal y ladrillo que separaban la propiedad de los Osuna de las huertas de San Francisco el Grande. Esa “panza” o curva del muro respondía a la topografía en barranca que tenía antiguamente la actual calle de Jerte, y que desembocaba en este lugar separando el jardín de Osuna, antes de la princesa de Melito, de las huertas de San Francisco y las casas de Gil Imón, hasta que en el siglo XVIII los duques compraron la barranca, que rellenaron en parte para agrandar el jardín. Pero la divisoria de propiedades no debió variar y así se conservó hasta que hace dos años el arzobispado hizo el muro (sin licencia de ningún tipo), dando por hecho que la Modificación Puntual del Plan General se lo iba a permitir, cuando ya habían sufrido una sentencia en contra del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ahora ratificada por el Tribunal Supremo.
En fin, qué os voy a decir, a vosotros que conocéis Madrid como nadie, pero es que nos indigna este desprecio a los valores de esta ciudad y su historia, y seguiremos luchando por que se respeten.

Os deseamos un muy feliz Año Nuevo 2014.

Un abrazo

Vicente Patón

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué los madrileños llaman Lista a la calle de José Ortega y Gasset?

La calle de José Ortega y Gasset recibió este nombre en 1955, cuando se eliminó su primera denominación, calle de Lista, el cual se asignó en 1871 y estaba dedicada al sacerdote, escritor y matemático sevillano del siglo XVII, Alberto Rodríguez Lista y Aragón.  A pesar de los años transcurridos desde que recibió su nueva denominación, popularmente, los madrileños la siguen llamando Lista, quizá también por la permanencia del nombre en la estación de metro. Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea. Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €. http://www.edicioneslalibreria.es/  

Origen del nombre de Moncloa

El distrito de Moncloa debe su nombre a los condes de Monclova (con v) ‑título que ostentan actualmente los duques del Infantado-, dueños de gran parte de los terrenos donde hoy se asienta el distrito.  Los condes residían en el antiguo palacete de la Moncloa el cual pasó a distintos propietarios y fue destruido durante la Guerra Civil, por ser toda esta frente de batalla.  El actual palacio de la Moncloa, mucho menor en tamaño, se construyó imitando el estilo antiguo del primitivo.  Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte Isabel Gea. Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€. http://www.edicioneslalibreria.es/

¿Por qué el edificio del Teatro Real tiene forma de ataúd?

El Teatro Real se construyó en el solar del antiguo teatro de los Caños del Peral que fue derribado por su mal estado en 1817. Un año más tarde, comenzó la construcción del nuevo teatro que se prolongó a lo largo de más de treinta años, siendo inaugurado en 1850 por la reina Isabel II. La planta del teatro resultó muy forzada por el solar que ocupaba, lo que había obligado al arquitecto Antonio López Aguado a articular la sala y el escenario de tal manera que quedaron muchos espacios vacíos así como un difícil tránsito a través de las alas y de las cajas de escaleras. Como la entrada por la plaza era de uso exclusivo para la familia real, y el público entraba por la fachada posterior en la plaza de Isabel II, los espectadores se veían obligados a recorrer interminables pasillos y escaleras. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico señaló que «este edificio [el teatro] tiene la planta mas ingrata que para un edificio de esta clase ha podido elegirse». En cualquier calleje...