Buenos
y nublados días desde nuestro Madrid del alma :)
Repasamos
en primer lugar los datos meteorológicos que nos proporciona el Aemet la cual
se actualiza cada dos horas: a las 11 de la mañana en el centro de la ciudad
había 10,5º de temperatura, 10,3º en la Ciudad Universitaria y 10,5º en
Barajas. Hay un ¡93 % de humedad! ¡y eso que Madrid no tiene playa! Y hay
ligera brisilla del Suroeste de 4 km/h con rachas de hasta 12 km/h. Según la
agencia estatal hoy tendremos sol y nubes que andarán jugando al escondite,
ahora hay sol, ahora no y los termómetros rondarán los 19º.
El Sol,
si las nubes permiten verlo, se ocultará a las 19.05 horas y la Luna, imparable
en cuarto creciente, está al 88,17 % de visibilidad.
Empezamos
Prensa y Libros con alegría y simpatía:
25
huesos humanos de varones de distintas edades procedentes del dolmen alavés de
Aizkomendi descansaban el sueño eterno en una caja negra con filetes dorados.
Dos siglos sin analizar los restos de unos 5.000 años, de la etapa de
transición del Neolítico al Calcolítico.El ajuar fue hallado en 1831 «en
el interior del dolmen de Eguilaz, hoy Aizkomendi, situado en la provincia de
Álava, junto a la carretera que une Vitoria y Pamplona».
Los restos más antiguos de los vascos compuestos por cráneos,
mandíbulas dentadas, molares, dientes, clavículas, húmeros, vértebras,
escápulas, falanges... reposan en Madrid y fueron hallados por un grupo de
licenciados en Prehistoria y Arqueología que realizan prácticas en la real
academia mientras realizaban un inventario arqueológico.
Que Madrid tiene la mala costumbre de perder huesos ilustres
es algo que se ha repetido a lo largo de los siglos. La búsqueda de los restos
de Cervantes es una buena muestra de ello. A ver si hay suerte en la Casa de la
Villa, que está patas arriba por obras de acondicionamiento, y aparecen los
huesos del marino Jorge Juan. El general de Marina fue enterrado en la iglesia
de San Martín (situada en la plaza del mismo nombre). Cuando José Bonaparte
mandó derribarla, sus restos fueron trasladados al Ayuntamiento, recibiendo los
honores de capitán general. Posteriormente se perdió su pista. Mesonero Romanos
en su libro El antiguo Madrid, se temía
que los restos «yazcan ignorados en algún rincón o sótano de la Casa
Consistorial».
Como contaba yo en la 2ª parte del libro Curiosidades
y anécdotas de Madrid: hay dos cosas verdaderamente típicas de Madrid: el
traslado o "baile" de estatuas y monumentos de un lugar a otro, y la
pérdida de restos de personas ilustres.
Dos científicas del equipo de Juan Luis Arsuaga, del
yacimiento de Atapuerca, han examinado los restos que se corresponden a unos
varones homo sapiens presumiblemente
de la época del Neolítico al Calcolítico.
La noticia es larga e interesantísima, con explicación
detallada del dolmen funerario -incluida foto del mismo- y de su descubrimiento
en el primer tercio del siglo XIX.
Comentarios
Publicar un comentario