La
alcaldesa ya está trabajando para que se haga un mausoleo para los restos
-escasos, escasísimos- de don Miguel de Cervantes antes de acabar su
legislatura. Y «reconoce que está deseando contar a sus nietos, que
viven en Londres, toda la historia del descubrimiento y animarles a que pronto,
después de «Tintín» y «Harry Potter», lean «El Quijote».
¡Acabáramos! Toda esta búsqueda incesante era para que la
abuela Ana pudiera contárselo a sus nietos!
Bromas aparte, como me gusta decir... ¿y por qué no hacemos
un parque temático de Cervantes en la plaza de España aprovechando que en ella
está el monumento al insigne dramaturgo y las esculturas de Don Quijote y
Sancho? Si París ya está trabajando en un parque temático dedicado a Napoleón
Bonaparte que será abierto al público en 2017, Madrid bien podría hacer lo
mismo ¿no? Pues anda que no hay motivos más que suficientes con las
recreaciones de La Gitanilla, Rinconete y Cortadillo correteando por entre el
público, El Licenciado Vidriera acompañando a un noble, Sancho Panza y su rucio
mirando con perplejidad cómo don Quijote lucha contra un molino de viento, Juan
de la Cuesta imprimiendo el Quijote, La Ilustre fregona en su posada, y tantos
otros personajes de las Novelas
ejemplares y de paso, la gente descubriría que Cervantes no es solo Don
Quijote.
¡Y así se olvidarían ideas tan “peregrinas” como trasladar
la fuente de Neptuno en la citada plaza de España!
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