¿Qué tienen en común las estatuas de Cervantes y Lope de Vega con los andenes de Ciudad Universitaria y Metropolitano?
A
simple vista, nada, pero si la aguzamos bien, encontraremos fósiles incrustados
en la piedra aunque la mayoría de estos fósiles del cretáceo, son de fuera de
Madrid y han llegado a nosotros gracias al transporte de caliza del País Vasco
y Levante para la construcción de determinados monumentos. Un mapa señala los
16 puntos de la ciudad donde se pueden contemplar estos restos fosilizados.
La
noticia es de El País y ahí hay un enlace a la web de Paleourbana, donde tienen los mapas de ciudades con los puntos
señalados de restos de millones de años. Yo ya me lo he imprimido para leerlo
con más detalle. ¡Madrid no deja de ser una caja de sorpresas!
¡Feliz
lunes y, como siempre gracias por leerme y por vuestros comentarios en el blog,
en las redes sociales y en el correo electrónico!
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