El 1 de
enero expiran los contratos de alquiler de renta antigua y muchos comerciantes
no podrán pagar los nuevos contratos con precios actuales de mercado que pasarían
de unos 2.000€ al mes a 18.000 y hasta 30.000. La Unión de Profesionales y
Trabajadores Autónomos (UPTA) estima que podrían desaparecer unos 200.000
locales comerciales en toda España.
Han
pasado los 20 años de moratoria que se fijaron para los comercios de renta
antigua y, a partir del 1 de enero, la gran mayoría de ellos se verán obligados
a echar el cierre si no se soluciona antes el problema que pasa por alargar
dicha moratoria unos años más «con una serie de condiciones con las que
el propietario pueda obtener más renta», como señala César García, secretario
institucional de UPTA.
Sería una lástima que Madrid, y el resto de las ciudades,
perdiera sus comercios tradicionales y centenarios. A buen seguro, nuestros
amigos de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio están ya trabajando en ello.
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