Terminamos,
una vez más, con el llamamiento que hacen los hospitales pues no tienen sangre
suficiente ya que se agotan las reservas. Así que ya sabéis, si pasáis por la
Puerta del Sol, podéis entrar en el autobús de los donantes.
Personas anónimas pueden salvar sus vidas gracias a esos poco minutos que dedicaréis
donando altruistamente vuestra sangre que, quien sabe, algún día puede ser al
revés y seáis vosotros quien la necesitéis.
El
estado de las reservas se actualiza los lunes, miércoles y viernes y los
hospitales no insistirían en los llamamientos si fuéramos más los donantes. Mi
hepatitis A me lo impide, si no, sería donante cada vez que pasara por la
Puerta del Sol.
Que
tengáis un buen martes y ya sabéis el refrán: en martes ni te cases ni te
embarques jejeje.
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