El que
no se consuela es porque no quiere, y en vista de que Cervantes se resista a
aparecer, los expertos integrados por forenses, antropólogos e historiadores
analizan las momias y ropajes que siguen apareciendo en la cripta de las
Trinitarias. Según Luis Avial, responsable del equipo de georradar, «es
tan espectacular lo que los expertos están detectando en la cripta que el
interés de la búsqueda ya va mucho más allá del tema de Cervantes: se han
encontrado cosas muy, muy interesantes». Señala «estar «emocionado» con la
cantidad de información que podrá extraerse sobre los siglos XVI y XVII cuando
terminen los trabajos de documentación en la cripta y los historiadores
comiencen a explicar y poner en contexto lo que han encontrado. «Hay técnicos
del Museo del Traje que están casi llorando de emoción; se está conociendo
muchísima información de cómo se vivía y moría en los siglos XVI y XVII»,
relata Luis Avial.»
En fin, a la espera de que Cervantes deje de jugar al
escondite, un dos, tres, no hay mal que por bien no venga y, gracias a su
búsqueda, los madrileños podremos conocer más datos de la vida cotidiana del
Madrid de los siglos XVI y XVII.
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