Frodo
es un simpático pingüino que al poco de nacer se cayó y se hizo una herida en
una pata, hasta el punto de quedarse cojo de por vida. Sus padres le rechazaron
y el resto de los pingüinos le apartaron, por lo que creció solo y excluido.
Sus
cuidadores habían visto allá por 2003 un pingüino con el mismo problema y al
que se le había colocado un zapato ortopédico, gracias al cual, la herida se
curó y el simpático animalito dejó de cojear.
Los
cuidadores de Frodo se animaron y pidieron ayuda a los fabricantes de ortopedia
quienes le han hecho un zapato articulado a medida de color verde. Aunque sus
andares no son muy buenos pues camina a trompicones, al menos ha sido aceptado
¡por fin! por el resto de la comunidad de pingüinos.
Faunia
ha realizado un Nacimiento con más de 40 figuras de barro refractario que son
réplicas de los pingüinos que viven en las instalaciones. Y, por supuesto, no
podía faltar en este Belén, la réplica de Frodo, con su zapato de color verde.
El ABC
de hoy nos cuenta esta simpática historia.
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