Entre la calle de Valencia y la glorieta de
Embajadores.
Antes de la construcción de la calle era un barranco que, entre
las calles de Valencia y Espino, recibía el nombre de Barranco de Lavapiés, por
su cercanía a esta calle, y el resto, hasta la glorieta de Embajadores, se
llamaba Barranco de Embajadores.
El 1822 el barranco fue rellenado a la altura
de las calles contiguas y en 1883 pasó a llamarse Miguel Servet (1511-1533), en
recuerdo del médico que descubrió la circulación de la sangre y murió en la
hoguera por orden de Calvino.
Del libro “Los
nombres de las calles de Madrid”, Isabel Gea.
5ª Edicion - Fecha de la
publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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