El flamante ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, cuando
dejó la alcaldía de Madrid en manos de nuestra querida y nunca bien ponderada
alcaldesa, Ana Botella, debió de despedirse con una frase que resumiera lo que
le esperaba: “querida Ana, ha sido un placer para mí trabajar contigo todos
estos años. Aquí te dejo esta carpeta llena de proyectos que, si no hubiera
sido por la crisis, los habría ejecutado yo, no en vano soy conocido como ‘el
faraón’. A ver cómo te las arreglas tú porque la deuda que te dejo es
descomunal, más de 7 mil millones de euros. Mucha suerte, Anita”.
El País de hoy nos trae al recuerdo esa lista de proyectos
que han quedado paralizados y olvidados sine die: la Casa de la Carnicería, la
Casa de la Villa, el Museo Municipal, el Mercado de Frutas de Verduras de
Legazpi...
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