Como ya
adelantábamos días atrás, el Museo Arqueológico Regional ha inaugurado ayer la
exposición “La cuna de la Humanidad”. Al acto inaugural ha acudido el
presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, el cual, aparece en la
fotografía de haciéndole una carantoña al huesudo carrillo de un
Auntralopithecus. La noticia no tendría mayor trascendencia si no fuera por la
calavera del homínido en cuestión, situada en una peana que, sin contar esta,
debe medir, calculo yo, al menos un metro y medio. ¡Menos mal que solo es la
cabeza porque si hubiera sido el cuerpo entero, no cabría en la sala de
exposición!
Será este gigante aquel que allá por el siglo XI, Abu
MarwanibnHayyan, en los tomos II y V de su Kitab al-Muqtabis, Crónica del
Califa Abderrahmán III An-Nasirda cuenta del al foso exterior de la muralla de
Madrid, en el cual «se encontró en él una tumba con un esqueleto gigantesco,
cuya longitud era de 51 codos, es decir 102 palmos, desde la punta de la cabeza
a la de los pies. Se confirmó la veracidad de esto por un comunicado del qadí
de Madrid, que fue en persona a verlo, junto con sus testigos oficiales, y
notificó que el volumen de su caja craneana alcanzaría ocho arrobas, más o menos.
¡Alabado sea Quien ha puesto en todo Su signo!». (F: Las murallas medievales de
Madrid. Madrid musulmán, judío y cristiano. Ediciones La Librería 2008, página
16).
¡Alabado sea Alá si del gigante se trata y nosotros sin
saberlo!
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