Buenos
y semisoleados días desde mi Madrid del alma :)
Después
de un par de días de ausencia por causas ajenas a nuestra voluntad, retomamos
el resumen de prensa que cada día tiene más seguidores, nos consta.
Empezamos
con el tiempo, como suele ser habitual. Y, en vista de que la Aemet, en el
centro de Madrid no proporciona datos y en su mapa a todo pone “nd”, pues nada,
desde la atalaya de mi ventana, en segunda línea de playa, se observan cada vez
más nubes. Mi vecino de enfrente, al otro lado de la plaza, tiene siempre una
bandera del Atlético de Madrid ondeando (la cambia por una de España si juega
la Selección) y hoy, el estandarte rojiblanco, desplegado por completo, marca
la dirección del viento perfectamente. Suroeste. Y el gadget de mi escritorio
marca 10 grados.
Vaya
mes de febrero más loco que tenemos con el tiempo. Algo usual en este mes. Hay
un refrán (machista) que dice “Febrero y las mujeres, tienen en un día diez
pareceres”. Para el resto del día se esperan sol y nubes y hasta 12 grados. Así
que para hoy se espera nubes y claros y una temperatura máxima de 12º.
El
ocaso del Sol será a las 18,56 horas, cuatro minutos le faltan solo para
ocultarse a las 7 de la tarde. Como se nota que se van alargando los días. Y la
Lunita, clara, cascabelera ella, en cuarto cada vez más menguante, la tendremos
a la vista todo el día, pero las nubes apenas la dejaran ver.
Y ya
sin más dilación, comenzamos con una noticia que, cuando menos, sorprende por
su originalidad. En plena calle de Alcalá, concretamente en el número 122,
existe una reproducción de un búnker japonés de la II Guerra Mundial. Se trata
de un restaurante de comida japonesa Yugo Sushi&Kobe en el que tanto la
carne como el pescado tienen una calidad extraordinaria. Muy por encima de lo
que suele estilarse en los restaurantes “take away”, algo que agradecen los
aficionados a la comida japonesa. Está considerado además como uno de los
mejores restaurantes japoneses de Madrid.
Sin
embargo, el gran secreto de este minúsculo restaurante se halla detrás de una
cortina que esconde una estrecha escalera que conduce al sótano. Ahí abajo, un
búnker japonés de la II Guerra Mundial recibe a los comensales. Su dueño,
Julián Mármol, un enamorado de la gastronomía y cultura japonesa, regenta este
minúsculo restaurante reservado exclusivamente a sus socios. Como contaba el
ABC de ayer «En la reproducción del búnker se han cuidado todos los
detalles, bajo el asesoramiento de expertos, tanto historiadores como
decoradores de cine Las luces, las paredes de piedra en las que
incluso se ha incluido agua que corre como si se filtrara por ellas, las cajas
de madera… Y a modo de museo, muchísimos objetos que el propietario ha buscado
por todo el mundo. Piezas originales logradas en anticuarios o en subastas:
banderas de combate, pañuelos de kamikazes, gorros militares, medallas, mapas,
fotografías de soldados japoneses e incluso un teléfono de la época que cuelga
de una de las paredes».
Para
poder comer o cenar allí es imprescindible pagar una cuota de 200€ anuales
aunque esta no incluye la comida, tan solo da derecho al acceso al búnker. La
comida se paga aparte.
Mejor
leer el artículo completo y, sobre todo, ver la foto de la recreación del
búnker en cuestión.
Así
Madrid, ya cuenta con el primer búnker japonés que se codeará, dentro de poco
con el otro “búnker” famoso madrileño: el del parque de El Capricho. Solo que
este último es real y no ofrece comidas ni cenas.
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