Entre las calles del Gobernador y de Atocha.
Primero se llamó Redondilla o Redondilla Vieja, porque fue el sitio predilecto
de Felipe II y los nobles de la época para pasear y ofrecer dulces a las damas.
En un principio, el nombre de Cenicero lo debe a que se vendían aquí las cenizas
de los hornos de Villanueva.
Desde 1840 se denomina Cenicero en recuerdo de la
defensa heroica de las tropas de Zumalacárregui frente a los carlistas en esta
localidad de La Rioja,
ocurrida en 1834.
Del libro “Los
nombres de las calles de Madrid”, Isabel Gea.
5ª Edicion - Fecha de la
publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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