Entre las calles de Fuencarral y Valverde.
Cuando
esta zona aún no estaba poblada, había aquí una ermita dedicada a este santo,
que era un ermitaño al que también se le conoció como Nuflo y de quien era muy
devota Beatriz Galindo La Latina y su marido.
Este hombre llevaba una vida tan apartada del mundo que incluso su aspecto era
como el de un animal desconocido.
Según la tradición la ermita fue destruida en
una lucha que sostuvieron los soldados de Pedro I de Castilla contra los de su
hermanastro Enrique de Trastámara y la imagen -que estaba cubierta de pieles y
de la que se decía que producía miedo al verla- la recogieron posteriormente
unos franciscanos que iban pidiendo limosna.
Del libro “Los nombres de las calles de Madrid”,
Isabel Gea.
5ª Edicion - Fecha de la publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La Librería.
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