Entre las calles del Pez y Espíritu Santo.
Primero se llamó calle del Valle.
Antes de formarse la calle hubo aquí dos
quintas, una pertenecía a los Valle de la Cerda por generaciones, y la otra a Juan López
Lezárraga, quien tenía una pintura a la que le tenía mucha devoción y que
representaba a un Niño Jesús con una cruz a cuestas y un cordero siguiéndole.
Cierto día una monja, que tenía fama de santa, le dijo que la pintura le
salvaría de un grave conflicto. Lezárraga, que era Contador de los Reyes
Católicos y secretario de la reina Isabel, fue acusado de ser primo de un judío
y despedido de sus cargos por este motivo. El contador pidió que se le
admitiese la prueba de limpieza de sangre, resultando inocente de la acusación.
Y se acordó entonces del vaticinio de la monja, por lo que en agradecimiento
hizo una pequeña capilla para la pintura del Niño Jesús. Posteriormente la
pintura pasó a un retablillo que se hizo en la fachada de la casa de los Valle
de la Cerda,
situada en la esquina con la calle del Pez, de donde tomó el nombre la calle.
5ª Edicion - Fecha de la
publicación: 14 Mayo 1993
Precio 6.90 €. / Ebook 3.45 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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