El
martes pasado, mamá jirafa Tatú, dio a luz una preciosa jirafita tras catorce
semanas de gestación. La cría cayó desde metro y medio de altura al suelo como
es lo habitual, ya que las jirafas hembras no paren tumbadas sino de pie.
Un
vídeo recoge la caída, de cabeza, del recién nacido. La verdad es que es una
forma muy dura de nacer, un impacto contra el suelo desde metro y medio de
altura no es ninguna tontería.
Tras el
feliz alumbramiento, mamá jirafa y su vecina y amiga lamieron y limpiaron al
recién nacido que, tras unos momentos de aturdimiento por la caída, se sentó en
el suelo a esperar a ser lavado y peinado.
A
continuación, la jirafita, que pesó unos 60 kilos y mide unos 170 centímetros
se levantó y como tenía hambre, se puso a mamar. Tiene que crecer para llegar a
los 6 metros de altura de sus padres y pesar nada menos que unos 1.400 kilos.
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