Desde ayer se puede visitar y pisar el Salón del Trono, el
cual se utiliza para la presentación de cartas credenciales y par la Pascua
militar, y que solo podía contemplarse desde la puerta; también la Antecámara oficial
(o pieza de etiqueta de Carlos IV) donde se halla el conocido retrato que Mengs
le hizo a Carlos III; a continuación la Saleta oficial, donde esperan las
personas que pedían audiencia al rey y lugar donde comía Carlos IV. Y por
último, el llamado Camón, un balcón cerrado desde donde se ve una impresionante
vista de la escalera principal.
Bien está que se abran más estancias del Palacio Real, ya
era hora, pero mantengo que se enseña menos que cuando yo era pequeña. Fui
varias veces con mi padre y jamás se me ha olvidado lo inmensa que era la cama de
Alfonso XII. Hace muchísimos años que no deja ver al público. Bien está enseñar
las salas principales, claro que sí, pero a la gente también le gusta ver las
habitaciones privadas de los reyes y eso, por desgracia, está vedado.
Comentarios
Publicar un comentario