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¿Por qué la plaza de toros Monumental se conoce como Ventas?




La plaza Monumental de las Ventas se llama así por dos motivos: Monumental, porque es la más grande de España, y Ventas, porque se halla situado en el popular barrio de Ventas que toma su nombre de las antiguas ventas, situadas a ambos lados del camino de Aragón, a orillas del arroyo del Abroñigal, hoy M-30.

La más famosa fue la del Espíritu Santo, la cual tomaba el nombre de la quinta igual denominación, de 41 fanegas de extensión y situada en los alrededores. Ésta a su vez, se llamó así por la cercana ermita de igual nombre, luego capilla inaugurada en 1876. La advocación se trasladó a la parroquia del Espíritu Santo, situada al otro lado del arroyo del Abroñigal, en la calle de Ricardo Ortiz.

La venta del Espíritu Santo empezó a funcionar el 3 de julio de 1630, cuando el Ayuntamiento concedió licencia para construirla junto al arroyo del Abroñigal. Anteriormente había sido  una taberna-bodegón donde solían parar los viajeros. Su propietario en 1694 era Juan de la Peña, nacido en Torija, quien se la tenía arrendada a Juan Olmo Bermiz de la Pinto. En 1792 la venta se arrendó a Juan Vallicorba. 

Originariamente, en las tabernas no se podía despachar vino para evitar altercados por culpa de la embriaguez de los viajeros. Sin embargo, Vallicorba solicitó permiso para poder vender vino, permiso que le concedió la Sala de Alcaldes. La venta del Espíritu Santo fue uno de los lugares preferidos por los madrileños para pasar sus ratos de ocio.

La Plaza de toros Monumental de las Ventas, con una capacidad para 23.000 espectadores, es la más grande de España. Fue construida por el arquitecto de la Diputación Provincial, José Espeliú, preinaugurándose el 17 de junio de 1931 con una corrida benéfica para contribuir a la solución del paro, con Diego Mazquierán Fortuna, Marcial Lalanda, Nicanor Villalta, Fausto Barajas, Manuel Fuentes Bejarano, Vicente Barrera, Fermín Espinosa Armillita y Manolo Bienvenida. La inauguración oficial fue el 21 de octubre de 1934, con toros de Carmen Federico, para Juan Belmonte, Marcial Lalanda y Cagancho.


Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
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