Tengo una amiga que cuida de los gatos callejeros del barrio y del Campo del Moro. Es su ángel de la guarda. Todos los días al atardecer-anochecer, sin faltar ni uno, les pone agua y comida. Cuando se encuentra una gata, procura cogerla y llevarla a la clínica veterinaria para que la esterilicen, así la población gatuna no aumenta.Si se encuentra un gatito abandonado o una camada, enseguida les busca familias que quieran acogerlos.
Gracias a ella son gatos que están bien alimentados, cuidados y vacunados. Y lo mejor de todo es que en el barrio no hay ratas porque "sus" lustrosos gatos vigilan cada noche que no se cuele ningún roedor.
Mi amiga tiene en su casa tres gatos callejeros que adoptó y también un galgo. Este se lo encontró siendo cachorro, lo habían abandonado porque estaba cojo de una pata trasera. Le operaron y quedó como nuevo. Y desde entonces corre veloz como galgo que es. Como dice ella, tiene "familia numerosa.
Hay muchos ángeles de la guarda en Madrid que, sin que nos enteremos, porque pasan desapercibidos, cuidan de los animales sin hogar proporcionándoles alimento, comida y cariño.
El Ayuntamiento prohíbe que se dé de comer a los animales callejeros bajo pena de multa.¿Qué sería de ellos sin estas anónimas personas que les cuidan desinteresadamente? Muchos terminarían siendo sacrificados en las propias protectoras porque estas tienen overbooking con tanto animal abandonado.
Debemos concienciarnos que tener un animal no es un capricho pasajero, es una responsabilidad que dura toda su gatuna o perruna vida.
Mi amiga es uno de esos ángeles de la guarda silenciosos que cuidan y alimentan a los animales sin hogar.
Gracias a ella son gatos que están bien alimentados, cuidados y vacunados. Y lo mejor de todo es que en el barrio no hay ratas porque "sus" lustrosos gatos vigilan cada noche que no se cuele ningún roedor.
Mi amiga tiene en su casa tres gatos callejeros que adoptó y también un galgo. Este se lo encontró siendo cachorro, lo habían abandonado porque estaba cojo de una pata trasera. Le operaron y quedó como nuevo. Y desde entonces corre veloz como galgo que es. Como dice ella, tiene "familia numerosa.
Hay muchos ángeles de la guarda en Madrid que, sin que nos enteremos, porque pasan desapercibidos, cuidan de los animales sin hogar proporcionándoles alimento, comida y cariño.
El Ayuntamiento prohíbe que se dé de comer a los animales callejeros bajo pena de multa.¿Qué sería de ellos sin estas anónimas personas que les cuidan desinteresadamente? Muchos terminarían siendo sacrificados en las propias protectoras porque estas tienen overbooking con tanto animal abandonado.
Debemos concienciarnos que tener un animal no es un capricho pasajero, es una responsabilidad que dura toda su gatuna o perruna vida.
Mi amiga es uno de esos ángeles de la guarda silenciosos que cuidan y alimentan a los animales sin hogar.
Comentarios
Publicar un comentario