En 2006,
el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón se sentó a cavilar:
-Pensemos,
¿qué hacemos con el Vicente Calderón que nos estorba en las obras de
Madrid-Río?
-¡Lo
trasladamos al estadio de La Peineta! -dijo uno.
-¡Se me
ocurre una idea mucho mejor! -dijo el excalcalde.
¿Cuál?
-Unos
Juegos Olímpicos, presentamos la candidatura de Madrid, reconvertimos La
Peineta en estadio olímpico y, cuando acaben los juegos, el Atlético de Madrid
deja el Vicente Calderón y se pasa a La Peineta en 2012.
Pasan
los años, Madrid pierde la candidatura de 2012.
-Pensemos,
¿qué hacemos con La Peineta? -volvió a preguntar el exalcade.
-¡Nos
presentamos otra vez a los JJOO! -le dijo uno de sus más cercanos.
-¡Buena
idea! -contestó el exalcalde al que las obras faraónicas le gustaban más que un
chupete a un niño.
Madrid
vuelve a perder la segunda candidatura.
-Pensemos,
¿qué hacemos con La Peineta? -volvió a preguntar el exalcade.
-¡A la
tercera va la vencida, Alberto! Seguro que a la tercera sí ganamos la
candidatura a los JJOO.
Y, por
tercera vez, Madrid vio pasar la candidatura de refilón, quedó en segundo
lugar.
Llegamos
a 2014...
-Pensemos,
¿qué hacemos con La Peineta? -preguntó la alcaldesa Ana Botella.
-¡Ni
idea! -dice uno de los más cercanos de su equipo con gran cabreo- ¡Ya estamos
hartos de La Peineta! FCC ha paralizado por enésima vez las obras. ¡Pregúntenle
a FCC y déjenos ya en paz con la dichosa peineta!
Comentarios
Publicar un comentario