Se ha
caído de cuajo, tal como pone la noticia y la foto lo corrobora. «Expertos
consultados por elmundo.es explican que por la forma en que ha caído
podría deberse a un hongo que ataca a las raíces de esta especie, aunque
para tener más pruebas habría que comprobar si las raíces se han quedado de
color blanco».
Los expertos alertan de que este otoño e invierno las caídas
de árboles y ramas se van a multiplicar «porque las lluvias, el viento y el
frío propician las roturas en la madera».
Pues estamos bien, o nos compramos un buen casco que amortigüe
los golpes, o vamos de cráneo, y nunca mejor dicho.
Y como las desgracias no vienen nunca solas, este otoño, un
año más, no habrá campaña de la hoja, seguro, así que entre los patinazos con
las hojas resbaladizas mojadas y las caídas de ramas y árboles, habrá largas
colas en las consultas médicas.
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