¡Ay, y
yo con estos pelos! Dirá el paseo cuando se entere de que es candidato a ser
Patrimonio de la Humanidad
Muy
bien por la iniciativa del Ayuntamiento. Pero por favor, señora alcaldesa,
ponga a todo un equipo de pensantes -un thinktank como se dice ahora- a diseñar
el adecentamiento de este emblemático paseo. A bote pronto se me ocurren varias
cosas a tener en cuenta:
1. Lo primero de todo, las losetas,
que cada una es de su padre y de su madre, amén de lo rotas que están en varias
zonas y de los baches por falta de ellas. El inventario que se realizó para el
Plan Eje Recoletos-Prado detectó nada menos de 50 tipos de pavimento, 39 de bordillos
y 18 tipos diferentes de alcorques (en ambos paseos). Un completo muestrario de
lo más variado.
2. Lo anterior sirve para los
bancos, los hay de granito y de madera, o unos u otros, pero no ambos,
personalmente opino que los primeros son más elegantes.
3. ¿Y qué me dice de las Cuatro
fuentes? “Manda h*****” que diría Federico Trillo, que las originales, en muy
mal estado por el paso de los siglos sigan en el paseo mientras que las copias
lucen flamantes en el Museo de San Isidro ¿no sería mejor preservar estas
fuentes de las inclemencias del tiempo y de los vándalos y trasladarlas al
museo y poner en su lugar las copias? Esas históricas fuentes, de 1781, merecen
ser restauradas y preservadas.
4. ¿Y los “centenarios árboles? de
centenarios tienen muy poco, basta mirar las postales de la primera mitad del
siglo XX para comprobar que aquellos no son estos ni de lejos, aquellos eran
palmeras, fundamentalmente (en el blog he puesto dos postales antiguas de mi
colección particular). Cuando la baronesa Thyssen, en un acto de defensa de su
museo, se encadenó a un “centenario” árbol, nadie debió informarle que el
susodicho no tenía cien años precisamente. Aunque daba lo mismo porque lo que
pretendía era llamar la atención. El Eje Recoletos-Prado, propuesto por
Gallardón, contemplaba la sustitución de los árboles enfermos, que son más de
lo que creemos, y ensanchar la acera en la que se encuentra el Museo Thyssen.
Esa acera es estrecha e inhóspita en la actualidad, poco digna para tan
magnífico museo.
5. Y hablando de aceras, la situada
junto a la verja del Jardín Botánico ha “crecido” tanto a lo alto que el banco
corridode granito se han quedado a ras de suelo e inutilizados para lo que
fueron concebidos, sentarse a la sombra de los árboles.
6. ¿Qué tal si se unifican también
las farolas? Las hay de globo colgantes, fernandinas, gigantes tipo autopista.
Y
son solo unos ejemplos, señora alcaldesa. El Paseo del Prado se merece que
recupere su antiguo esplendor, en la actualidad, está muy degradado y con “esos
pelos” no puede presentarse como candidato a Patrimonio de la Humanidad ¿no
cree?
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