Y
acabamos este resumen de prensa con una noticia retrospectiva:
El ABC
desempolva su hemeroteca y saca una noticia curiosa: en 1911 se inauguraron en
la Puerta del Sol los aseos de pago. «Diez céntimos. Con derecho a «agua
caliente y fría y jabón desinfectante líquido». Había dos «watercloset»
públicos y seis de pago que incluían lavabo y bidet, incluso contaban con «un teléfono
público, calefacción eléctrica y ventiladores para arrastrar los «malos olores».
Pero todavía nos podemos remontar más atrás pues, a mediados
del siglo XIX se colocaron en la Puerta del Sol los dos primeros urinarios, uno
en la esquina de la calle de Carretas y otro, en junto al callejón de la Duda
(desaparecido con la ampliación de la plaza). Por un real y cuatro cuartos se
podían utilizar los retretes -seis para caballeros y tres para señoras- , amén
de un gabinete de lectura donde, por un real, se podía leer los periódicos, y
contaba además con un despacho de cervezas y licores. Vamos, todo un lujo,
ríanse ustedes de los nuevos y flamantes aseos de la estación de Atocha.
Las multas por no utilizar los urinarios dieron lugar a una
famosa coplilla popular que decía «Este monumento infesto, / se debe al duque
de Sesto. / ¡Cinco duros por mear! /
¡Caramba, que caro es esto! ¿Cuánto querrá por c...! / el señor duque de
Sesto?».
¡Y ahora nos quejamos de tener que pagar en los aseos de la
estación de Atocha!
¡Feliz miércoles para tod@s!
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