La que fue y la que es hoy. De los cines a los teatros, de
las tiendas selectas a las franquicias de ropa de marca y de comida rápida.
Y es que a nadie se le escapa que el glamour que tuvo la
Gran Vía en tiempos pretéritos desapareció con el cierre de los cines y,
posteriormente, de las tiendas de marca. Ahora el Ayuntamiento pretender
hacerle un lifting colocando pantallas gigantes electrónicas en los edificios
de Callao: El Corte Inglés, Fnac y hasta el Capitol se han apuntado a estos
escaparates para sumarse a los que ya hay en los de los cines Callao y Palacio
de la Prensa.
Para el Ayuntamiento
«la plaza es ahora epicentro de este nuevo plan municipal, que busca
“intensificar la instalación de soportes luminosos” para “resaltar las
actividades que se desarrollan en las salas” y convertirlas así “en espacios
urbanos atractivos para la celebración de eventos relacionados con la cultura y
el espectáculo”».
Por eso, Callao es una plaza inhóspita, dura, fría con tres tristes
árboles solitarios que paenas pueden dar sombra y unos bancos individuales que
no invitan a sentarse si se va en grupo o en pareja. Pero, el solar es de lo
más lucrativo para el Consistorio que lo alquila para todo tipo de eventos. Lo
que menos importa es que la plaza sea un lugar agradable para pasear y sentarse
a la sombra.
El Cine Callao y el edificio Capitol serán protagonistas de
un proyecto que pretende recuperar el “faro” del edificio Carrión y la
remodelación de sus salas de cine, y el Callao, que recuperará la terraza como
espacio de promoción cultural y no se descarta que se utilice como antaño, como
cine de verano. Además, el edificio contará con se abrirá una librería temática
-punto de referencia del sector cinematográfico-, un bar -La Calesera- que
incluirá un club privado.
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