Los madrileños pierden más de 22.000
objetos cada año. Paraguas, guantes, bufandas, gafas, libros, carpetas,
llaveros, carteras, .... y un sin fin de
objetos se encuentran entre los más frecuentes.
Lo que ya no es tan usual es
perder cosas como muletas, prótesis y dentaduras postizas, de las que existen
algunas muestras en la Oficina
de Objetos Perdidos, situada en el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de
Legazpi.
La palma de las personas despistadas se la llevan tres: aquélla que
perdió una urna con las cenizas de una mujer que había sido incinerada horas
antes y que se dejó olvidada en un taxi, la que olvidó una lápida de una tumba
y el médico que llevaba a examinar a un laboratorio los pechos de una mujer
dentro de un envase con alcohol y que se dejó ¡cómo no! en un taxi.
Los
encargados de la oficina afirman estar vacunados contra cualquier sorpresa.
Estadísticamente las mujeres olvidan más cosas que los hombres por la sencilla
razón de que suelen ir más cargadas y curiosamente pierden con más frecuencia
el guante derecho porque es el que se quitan para abrir el bolso y el monedero
para pagar.
Del libro
“Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
Comentarios
Publicar un comentario