La contabilidad de El Corte Inglés,
Cajamadrid y otras empresas la llevan nada menos que unas monjas de clausura:
las benedictinas del monasterio de la Natividad, situado en Barajas, las cuales han
cambiado el azadón por el ordenador, cosa más rentable en los tiempos que
corren.
Y si algunos conventos se dedican a hacer mermeladas, pastas, galletas
o bordados a mano para aportar algo de dinero a la comunidad, estas monjas
-veintiuna en total- trabajan silenciosamente con un ordenador de gran
capacidad, doce terminales y una unidad central.
Del libro
“Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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