En septiembre de 1986, se instaló en
el tejado del Ayuntamiento, un carillón de veinticuatro campanas, cuyas cinco
campanas mayores fueron bautizadas con nombres del más puro casticismo
madrileño: Almudena, Atocha, Paloma, Casta y Susana.
Sus campanadas de música
clásica y chotis, entre otros, se pueden escuchar todos los días a las diez de
la mañana, a las doce del mediodía y a las siete de la tarde.
Esta última
sesión es la más bonita por ser la más larga.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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