A mediados del siglo XIX, los límites
del antiguo pueblo de Chamartín de la
Rosa llegaban hasta la glorieta de Bilbao.
Este pueblo
pertenecía a Colmenar Viejo para las elecciones de diputados provinciales, a
Alcalá de Henares para las Cortes y en lo eclesiástico al arciprestazgo de
Getafe, diócesis de Toledo. Qué complicado, ¿verdad?
Y el término de Vicálvaro,
otro pueblo y hoy distrito de Madrid, llegaba hasta la calle Barquillo, hasta
que el Ayuntamiento de Madrid le ofreció las zonas despobladas del norte y este
de este pueblo a cambio de los terrenos comprendidos entre Cibeles y las
Ventas.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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